Érase una vez una Ofiura de mar llamada Roi que le gustaba investigar mucho. Se pasaba horas y horas observando todo lo que se encontraba a su paso.

Un día se encontró una red de color verde donde había un delfín atrapado. Roi decidió ayudarle pero la red era muy fuerte. De repente apareció una tortuga Boba que con su gran boca rompió la red y salvó al delfín. Roi se quedó impresionada y quiso conocer a esa tortuga Boba, la saludó y le preguntó cómo se llamaba. La tortuga le devolvió el saludo y se presentó como "Bobi la tortuga".

Roi quería ser amiga de Bobi pero esta tortuga tenía la mayor misión que puede tener una tortuga marina, poner sus huevos, y para ello, tenía que llegar a la playa donde nació. Roi quería acompañarla pero era demasiado lenta así que se Roi se despidió de Bobi y se fue a su roca preferida.

 

Pasó el tiempo y Roi aún seguía pensando en Bobi hasta que decidió ir a buscarla. 

Tardó  en llegar pero cuando se acercó a mirar no estaba Bobi sino sus huevos. Roi triste se fue por donde había venido, lse lamentaba de que su esfuerzo no hubiera servido de nada, pero de repente percibió un aleto magestuso por encima, era Bobi. Roi emocionada fue hacia ella lo más rápido posible pero justo cuando empezó a ver su cara se percató de que no era ella, sino otra tortuga marina,  así que siguió su camino triste y sola.

Cuando llegó a su roca vio una tortuga Boba igual que Bobi, pero esta vez Roi no quiso ilusionarse y pensó que correría la misma suerte y tampoco sería ella. De repente  un enérgico grito se escuchó a lo lejos:

- ¡ Roi!, ¡Roi!

​

Roi se dio la vuelta rápidamente y vio a Bobi nadar hacia ella con alegría. Se dieron un fuerte y cariñoso abrazo. Ya nunca más se volvieron a separar.

FIN