Pingüi
Hola amigos soy Pingüi un pingüino un poco traviesillo.
Hoy te voy a contar una de las mis travesuras, esta historia comienza en la fría Antártida con mis amigos.
Iba yo caminando con mis colegas y se nos ocurrió una idea, consistía en ir poniendo obstáculos que no se vieran pero que quien los pisara se cayera o algo por el estilo.
Lo planeamos de la siguiente manera: Pau, mi mejor amigo, se quedaba escondido grabando la gente que se caía, Peter le diría a los pingüinos que pasaran por ese sitio en vez de por otro lado para que se cayeran y los demás estaríamos disimulando.
Mientras hacíamos esta broma pasó algo que no nos esperábamos para nada; una señora pingüino pasó sin que ninguno de nosotros se diese cuenta, porque Peter estaba distraído hablando con Pau. A la señora se le partió una pata y desgraciadamente como era tan mayor era muy difícil de curar. Mi madre me echó una regañina de las buenas, me castigó sin salir a jugar durante una semana. A mis a mis amigos también les cayó una buena y a ellos también los castigaron.
Al día siguiente fuimos todos al hospital de pingüinos a visitar a la señora pingüino, y el doctor nos dijo que todo estaba muy bien, que en pocos días podría salir ya del hospital, y desde ese momento no volvimos a hacer ninguna trastada porque nos asustamos mucho.
Chicos espero que os haya servido de ayuda, y que no os portéis mal.
¡Desde la Antártida os mandamos un fuerte abrazo!