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Azul el atún rojo

Miriam Gutiérrez Quesada

6ºD 2019/2020

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Érase una vez, un atún rojo llamado Azul, que era muy solitario, es decir, que no tenía amigos, su vida era muy aburrida, porque no podía jugar con nadie y porque casi todos los días, iban a cazarle, cuando era muy pequeñito, por lo menos se divertían con ellos. A lo largo de los años, sus padres le dijeron:

- Azul, tú siempre quédate en nuestra esquina, para estar más protegido, hasta que seas mayor, nunca te muevas de aquí.

- Vale, no me iré de aquí, os lo prometo – le contestó Azul muy serio.

Sus padres, le dijeron eso, para no perderle y para que este a salvo.

Unos años después, Azul, ya era más mayorcito, tenía 9 años, pero no podía hacer las cosas que quería hacer, él estaba tan aburrido, que quería salir ya de su esquina, donde le criaron sus padres, pero llegó el momento, en que salió, y se acordó de lo que le dijeron sus padres, pero a él de daba igual.

Porque cuando le dijeron eso, tenía 5 años y él, no se acuerda de que lo prometió, entonces, él va y sale, estuvo mucho rato fuera, se paró a pensar y dijo:

-Todavía me acuerdo, de que mis padres se fueron a dar una vuelta por el mar, para ver qué cosas había más y parece, que todavía no han vuelto- dijo Azul preocupado.

 No sé si volver a casa, pero, ¿dónde estoy?, ¿dónde está mi casa? ¡me he perdido! Me he arrepentido, debería de haberle hecho caso a mis padres, Azul estaba SÚPER asustado:

-¡¡¡¡AYUDAAA!!!!, ¿Alguien sabe dónde está mi casa? Si alguien lo sabe... por favor, ayudadme, soy un atún rojo. -Dijo Azul muy preocupado.

Por medio del camino, se encontró a dos sardinas, y le dijeron a Azul:

-Hola, ¿de dónde vienes? ¿Qué haces por aquí? Le dijeron las dos sardinas.

-Hola, no tengo a nadie con quien jugar, me siento muy solo, salí a buscar a amigos, pero desde que salí a buscarlos, he perdido mi casa, dijo Azul con tristeza.

-Ahhh, bueno nosotros somos hermanos, y nuestros padres han fallecido hace un tiempo, si estas sólo, no encuentras tu casa, y no tienes amigos, obviamente, nosotros podemos ser amigos, y, ¿dónde están tus padres? ¿o acaso no tienes? Le contestaron las dos sardinas.

-Muchas gracias, bueno, mis padres se fueron a dar una vuelta al mar cuando tenía 5 años y parece, que todavía no han vuelto, dijo Azul triste.

-De nada, puf, les habrá pasado algo muy malo, dijeron las sardinas preocupadas.

-¿A qué te refieres? Les contestó Azul serio.

-¿Cuánto años tienes?

-Nueve años, tengo nueve años, pero, ¿Por qué me cambias de tema? Te he dicho que me respondas a la pregunta, dijo Azul sospechando algo.

-Ah, nosotros tenemos 8 años los dos, porque somos gemelos, dijeron las sardinas con nervios.

-Muy bien, me alegro, pero, ¿Cuándo me vas a contestar a la pregunta? Contéstala ya ¿No?

-Ah, lo siento se me olvido, pues no sé, me salió de la cabeza, lo dije sin pensar, le contestaron las sardinas con una "mentirijilla".

-Vale pero cuando te acuerdes, me lo dices vale

-¡Claro!

-Bueno ¿te vienes con nosotros? Dijeron las sardinas simpáticas

-¡Si!  Le contesto Azul muy contento, y al poco tiempo, con la ayuda de sus dos nuevos amigos, encontró a sus padres.

Al final, hicieron muy buena amistad los tres, y Azul se sintió muy feliz.

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